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Temporada de alta incidencia de sombras y contaminantes: ¿Cómo las hojas caídas y los excrementos de aves provocan puntos calientes en los módulos solares?

· Maysun Noticas

Índice

1. Introducción

2. ¿Cómo se forman los puntos calientes en los módulos fotovoltaicos?

3. ¿Qué contaminantes son los que más fácilmente provocan puntos calientes en los módulos fotovoltaicos?

4. ¿Qué impacto tienen los puntos calientes en los sistemas fotovoltaicos?

5. ¿Cómo identificar y tratar los puntos calientes?

6. ¿Cómo prevenir sistemáticamente los puntos calientes en los sistemas fotovoltaicos?

Introducción

Con la llegada del otoño e invierno, tanto los sistemas fotovoltaicos empresariales como los domésticos se ven cada vez más afectados por sombras y contaminantes. La presencia habitual de excrementos de aves, acumulación de hojas caídas y capas de polvo puede causar consecuencias inesperadas. ¿Por qué una sombra localizada provoca el calentamiento de todo el módulo? ¿Cómo una pequeña mancha puede afectar la eficiencia de generación de toda la planta?

En comparación con lluvias intensas y altas temperaturas, los puntos calientes provocados por contaminantes y sombras son más sutiles y fáciles de pasar por alto. Aunque no causan daños inmediatos, acumulan estrés térmico durante períodos prolongados de operación, lo que puede inducir pérdida de potencia, rotura del vidrio e incluso fallo del módulo. Cuando se detectan anomalías en la producción, suele ser difícil rastrear su origen.

El problema de los puntos calientes derivados de contaminantes y sombras no es ocasional, sino un riesgo estructural. Si no se detecta y se controla de forma preventiva, reaparecerá repetidamente durante las temporadas de mayor incidencia, afectando la seguridad operativa y la eficiencia energética del sistema fotovoltaico.

1. ¿Cómo se forman los puntos calientes en los módulos fotovoltaicos?

Los puntos calientes son áreas con aumento anómalo de temperatura causadas por el sobrecalentamiento localizado de células fotovoltaicas. Su origen no es la temperatura per se, sino la sombra. Cuando contaminantes como excrementos de aves o hojas cubren una célula, esa zona no puede generar electricidad normalmente, el flujo de corriente se bloquea y se produce una polarización inversa que convierte esa célula de unidad generadora a consumidora de energía, elevando la temperatura local y formando un punto caliente.

El problema no se limita a una única célula: para aumentar el voltaje de salida, dentro del módulo suelen conectarse en serie entre 60 y 100 células, y varios módulos se conectan en serie para formar un string. Si una sola célula ve limitado su flujo de corriente, la corriente total del string se reduce proporcionalmente. Incluso si solo aproximadamente un 5% de la superficie del módulo está cubierta, la generación puede disminuir en más del 30%. Cuanto más concentrada esté la sombra y mayor sea la corriente, más rápido se formará el punto caliente y mayor será el aumento de temperatura.

El diodo bypass puede activarse cuando la sombra se intensifica, aislando la zona anómala del circuito, pero para que se active, la tensión inversa debe acumularse hasta 0,5–0,7 V. En escenarios con sombras concentradas como las causadas por excrementos de aves, los puntos calientes suelen aparecer antes de que responda el diodo bypass. Si el diseño estructural del módulo o el entorno operativo no están adecuadamente adaptados, los puntos calientes reaparecerán repetidamente y pueden provocar daños térmicos en el encapsulado, quemaduras en los puntos de soldadura e incluso roturas del vidrio, generando riesgos a largo plazo.

¿Cómo se forman los puntos calientes en los módulos fotovoltaicos?

2. ¿Qué contaminantes son los que más fácilmente provocan puntos calientes en los módulos fotovoltaicos?

Contaminación por excrementos de aves

Los excrementos de aves son la fuente más típica y de mayor riesgo para la aparición de puntos calientes en sistemas fotovoltaicos. El problema principal no radica en el área cubierta, sino en la concentración y la opacidad total de la sombra. Una pequeña mancha de excrementos que cubre completamente una célula puede causar un bloqueo severo de corriente en el circuito en serie.

En los módulos fotovoltaicos, todas las células están conectadas en serie y la corriente debe mantenerse constante. La sombra causada por excrementos impide que la célula cubierta genere electricidad normalmente, pero la corriente en serie sigue siendo forzada a pasar. Esto provoca que la célula cubierta no pueda entregar corriente y entre en polarización inversa, generando un punto caliente.

Además, los excrementos tienen baja conductividad térmica y, tras la evaporación de la humedad, quedan restos orgánicos sólidos que dificultan la disipación del calor, concentrando intensamente la temperatura. Según datos de inspección de DNV, el aumento local de temperatura bajo excrementos suele estar entre 35°C y 70°C, mucho más alto que con otros tipos de contaminantes. Solo una célula cubierta completamente (aproximadamente un 2% del área del módulo) puede causar una disminución de potencia del módulo entre el 25% y 30%, activando rápidamente un efecto evidente de punto caliente.

Contaminación por excrementos de aves

Contaminación por hojas caídas

El riesgo de puntos calientes por hojas caídas es diferente al de excrementos y depende de la forma de la cobertura y la duración. Una hoja individual normalmente tiene cierta transparencia (alrededor del 20%–40%). Cuando las hojas están dispersas, la reducción de la luz disminuye la eficiencia de generación, pero la corriente interna del módulo sigue equilibrada, por lo que es difícil que se formen puntos calientes.

Sin embargo, cuando hay acumulación de hojas, especialmente en estado húmedo, la transparencia cae rápidamente por debajo del 10%. En este caso, múltiples células en el área acumulada entran en estado de baja generación o fallo total, el flujo de corriente local se bloquea y se desencadena la polarización inversa. El informe IEA PVPS Task 13 señala que, especialmente en la parte central del módulo, la activación de diodos bypass puede retrasarse, causando un aumento local de temperatura de entre 20°C y 40°C.

Este riesgo tiene una clara estacionalidad. Si no se limpian a tiempo, las hojas acumuladas pueden formar múltiples puntos calientes distribuidos, afectando la seguridad operativa de todo el string.

Contaminación por hojas caídas

Contaminación por polvo

El principal riesgo del polvo no está en la generación de puntos calientes, sino en la reducción sostenida de la eficiencia global de generación. A diferencia de excrementos y hojas, el polvo se distribuye uniformemente y afecta la intensidad de la luz recibida.

Con luz débil y uniforme, la corriente fotogenerada en todas las células disminuye simultáneamente, manteniéndose la corriente equilibrada y sin polarización inversa local. Esto significa que incluso si el polvo cubre entre el 80% y el 90% de la superficie, no se generan directamente puntos calientes. Las inspecciones termográficas muestran que la diferencia de temperatura causada por polvo es generalmente inferior a 5°C.

El estudio de pérdidas por suciedad de NREL indica que la contaminación por polvo reduce la producción del sistema entre un 3% y 7%. Si se combina con excrementos o musgo en la misma ubicación, aún pueden formarse puntos calientes locales con impacto prolongado en la eficiencia.

Contaminación por polvo

Contaminación por musgo

El peligro del musgo radica en su ubicación fija, larga duración y alta retención térmica. El musgo suele crecer en zonas con acumulación de agua en los bordes del módulo, permaneciendo adherido durante mucho tiempo y formando una sombra local semi-permanente sin estacionalidad marcada.

El mecanismo eléctrico es similar al de los excrementos: la corriente fotogenerada en las células cubiertas por musgo está continuamente limitada, pero la corriente en serie sigue forzada, causando una polarización inversa persistente en esa célula. Además, la alta humedad interna del musgo y su baja conductividad térmica provocan acumulación continua de calor en el área local.

Las inspecciones termográficas de TÜV Rheinland muestran que el aumento de temperatura en células bajo musgo suele estar entre 25°C y 35°C. Este punto caliente crónico no solo reduce la producción, sino que acelera el envejecimiento del encapsulado, el deterioro de las soldaduras e incluso puede provocar microfisuras en el vidrio.

Contaminación por musgo

3. ¿Qué impacto tienen los puntos calientes en los sistemas fotovoltaicos?

Pérdida de potencia: disminución continua en la producción

Los puntos calientes son el principal riesgo que causa la disminución continua de la potencia de salida en los módulos fotovoltaicos. Cuando una célula entra en polarización inversa, deja de generar energía y se convierte en un consumidor constante de energía. Esto no solo genera fallas locales, sino que a través de la conexión en serie amplifica rápidamente el impacto. Si la corriente en una célula se limita, la corriente en toda la cadena se reduce obligatoriamente, provocando una caída significativa en la potencia del módulo.

Incluso con solo un 2% a 5% del área del módulo cubierta, la pérdida de potencia suele estar entre el 20% y 35%. Si existen múltiples puntos calientes, la capacidad de generación del string puede reducirse en más del 40%. Esta disminución no es casual, sino que se acumula con la recurrencia periódica de contaminantes y sombras, erosionando progresivamente el rendimiento a largo plazo del sistema.

Lo más crítico es que, bajo la influencia repetida de puntos calientes, la pérdida anualizada de producción en el sistema fotovoltaico suele ser del 5% al 10%. Un problema local pequeño puede evolucionar hacia pérdidas sostenidas a nivel de string e incluso de sistema completo, y puede desencadenar fallas eléctricas secundarias.

Pérdida de potencia: disminución continua en la producción

Daños en el encapsulado: aceleración del envejecimiento del material

Las temperaturas elevadas y sostenidas causadas por puntos calientes son la principal causa de aceleración del envejecimiento del encapsulado del módulo. Cuando la temperatura local se mantiene por encima de los 60°C durante períodos prolongados, se desencadena el proceso de envejecimiento térmico del material encapsulante. Aparecen inicialmente amarillamientos y descontrol en el entrecruzamiento, que luego evolucionan hacia formación de ampollas y delaminación, formando una cadena irreversible de degradación del material.

La delaminación del encapsulado provoca la pérdida de la función protectora estructural y se acompaña de una reducción continua en la transmitancia lumínica. Las cavidades en las áreas de puntos calientes se expanden, creando canales para la penetración de vapor de agua. La corrosión causada por la humedad acelera la fatiga de las soldaduras y la ruptura de las rejillas metálicas, causando envejecimiento del material y fallas eléctricas.

Pruebas de envejecimiento por puntos calientes realizadas por TÜV Rheinland y NREL indican que la aparición de ampollas y desprendimientos en el encapsulado suele ocurrir entre los 12 y 24 meses, mucho antes que la curva natural de envejecimiento del módulo (8 a 10 años). Más difícil de detectar es que la falla del encapsulado causada por puntos calientes generalmente comienza desde el interior, sin ser visible externamente, afectando finalmente el rendimiento óptico, la estabilidad estructural y la capacidad de generación a largo plazo.

Fallas eléctricas: quemaduras en soldaduras y rupturas de circuitos

Los puntos calientes no solo causan envejecimiento del material, sino que afectan la conexión eléctrica del módulo. Las altas temperaturas locales actúan de forma continua sobre las soldaduras, rejillas y barras colectoras, provocando fatiga térmica en los metales. Especialmente bajo cargas térmicas prolongadas entre 90°C y 120°C, la soldadura sufre recristalización, microgrietas y quemaduras, reduciendo significativamente su confiabilidad.

Con la degradación de las soldaduras, las rejillas metálicas y barras colectoras pueden romperse debido a tensiones térmicas y cargas de corriente. Si se interrumpe el camino de corriente, los diodos bypass se activan frecuentemente, causando un desvío parcial de corriente y disminución continua de la generación. La ruptura del circuito provoca la desconexión del módulo, desequilibrio de voltaje en el string e incluso fallas a tierra.

Los informes de inspección de DNV y PVEL muestran que más del 18% de los módulos con fallas por puntos calientes presentan quemaduras en soldaduras, roturas en rejillas o fundición de barras colectoras. En comparación con el envejecimiento natural, la degradación eléctrica inducida por puntos calientes ocurre más rápido y se propaga intensamente, a menudo evolucionando de fallas puntuales a fallas a nivel de string.

Daños estructurales: desde microgrietas hasta fracturas completas

El aumento localizado de temperatura por puntos calientes no solo afecta los aspectos eléctricos y del encapsulado, sino que también amenaza la estructura del módulo. Las tensiones térmicas continuas en el vidrio, células y soldaduras inducen ciclos de expansión y contracción térmica, provocando concentración de tensiones. Bajo grandes diferencias térmicas entre día y noche o condiciones climáticas extremas, la zona del punto caliente se convierte en un punto débil estructural.

Estos ciclos termo-mecánicos generan microgrietas en las células, que se propagan a lo largo de las rutas de concentración de tensión. A medida que las grietas avanzan, el encapsulado se rasga, el marco se deforma y en la superficie del vidrio aparecen grietas en los bordes o fracturas que lo atraviesan. Las microgrietas locales pueden evolucionar a rotura del vidrio o apertura del encapsulado, causando inestabilidad estructural del módulo.

Según datos de inspección industrial de DNV y PVEL, los módulos con puntos calientes tienen una probabilidad más de 2,5 veces mayor de presentar microgrietas en el vidrio que los módulos normales, y aproximadamente el 12% de ellos desarrollan grietas visibles o fracturas completas. Estos daños estructurales causan reducción en la transmitancia lumínica y penetración continua de humedad, que, junto con fallas en el encapsulado y degradación eléctrica, acortan significativamente la vida útil del módulo.

Daños estructurales: desde microgrietas hasta fracturas completas

4. ¿Cómo identificar y tratar los puntos calientes?

Detección de puntos calientes mediante datos y señales in situ

Los puntos calientes suelen identificarse por anomalías en el rendimiento eléctrico y defectos físicos. La señal más directa es la caída de potencia, que se manifiesta como una salida claramente inferior en un string comparado con otros. También es típico el desequilibrio de corriente: corriente anormalmente baja en el lado de corriente continua que no corresponde a la orientación, sombreado o configuración del sistema. Los inversores suelen mostrar errores como “desequilibrio de potencia en el string” o “anomalías en la corriente continua”. En la curva IV, la caída del hombro de corriente, la reducción inversa y la activación de diodos bypass son signos típicos de deterioro en el rendimiento eléctrico.

Las señales físicas incluyen contaminación localizada (excrementos de aves, hojas, musgo), abultamientos o delaminación del encapsulado, infiltración de humedad, así como microgrietas en el vidrio o deformaciones en el marco. La contaminación junto con anomalías en la potencia suele indicar puntos calientes por contaminación; defectos en el encapsulado acompañados de anomalías persistentes en la corriente sugieren puntos calientes estructurales o eléctricos. El polvo homogéneo solo causa una reducción general de la salida sin formar puntos calientes. La validación cruzada entre fluctuaciones en datos y anomalías físicas permite filtrar rápidamente los módulos sospechosos de puntos calientes.

Confirmación de ubicación y causa de puntos calientes mediante herramientas de detección

La termografía es el método más directo para confirmar puntos calientes. Diferencias de temperatura en la superficie del módulo de ≥10°C suelen considerarse indicativas de un posible punto caliente, mientras que diferencias menores a 5°C generalmente corresponden a variaciones normales en la disipación térmica. La inspección debe realizarse en días soleados bajo alta carga para evitar falsos positivos por baja irradiación.

  • Las pruebas EL (electroluminiscencia) permiten detectar microgrietas, rupturas en las rejillas y delaminación del encapsulado que no son visibles a simple vista, útiles para detectar etapas tempranas de puntos calientes o fallas estructurales.
  • El análisis de curvas IV se enfoca en anomalías eléctricas, donde la caída del hombro de corriente, la reducción inversa y la activación de diodos bypass son características típicas. No localiza el defecto, pero confirma la existencia de desajustes de corriente o fallas en el bypass.
  • La inspección con drones infrarrojos es común en grandes plantas para localizar rápidamente zonas de alta temperatura; en proyectos distribuidos en tejados se usan principalmente cámaras termográficas portátiles, complementadas con EL para verificar problemas estructurales y análisis IV para validar fallas eléctricas.

Mediante la evaluación conjunta de diferencias térmicas, curvas eléctricas e imágenes estructurales, los puntos calientes pueden asignarse con precisión a causas de sombreado por contaminación, defectos estructurales o fallas eléctricas, proporcionando una base clara para su tratamiento.

La termografía es el método más directo para confirmar puntos calientes.

Elección del método adecuado de tratamiento según la causa del punto caliente

Independientemente de la causa, la regla general es que los puntos calientes por contaminación son reparables, mientras que los estructurales y eléctricos requieren reemplazo.

  • Los puntos calientes por contaminación constituyen un riesgo reversible, dependiente de limpiezas frecuentes y mantenimiento específico para su reparación. Si la contaminación es recurrente, especialmente en cumbreras, salientes o zonas húmedas con acumulación de agua, se recomienda instalar protecciones contra aves o mejorar el drenaje.
  • Los puntos calientes estructurales, como abultamientos, delaminación o microgrietas, son fallas irreparables y deben reemplazarse inmediatamente tras su confirmación, pues seguir operando acelera el deterioro de materiales y fallas eléctricas.
  • Los puntos calientes eléctricos, frecuentes en quemaduras de soldaduras, rupturas de barras colectoras o fallos de diodos bypass, pueden aislarse temporalmente para mantener la operación, pero todas las fallas eléctricas con alta temperatura asociada requieren reemplazo inmediato.
Elección del método adecuado de tratamiento según la causa del punto caliente

Establecimiento de un mecanismo de prevención y control del riesgo de puntos calientes

La clave para controlar los puntos calientes es eliminar las condiciones que los provocan y mantener un ciclo cerrado de monitoreo del riesgo. El control completo depende de dos mecanismos: protección ambiental y estructural, y detección temprana de fallas con retiro oportuno, formando un ciclo continuo desde la prevención hasta la mitigación.

Los puntos calientes por contaminación requieren limpiezas periódicas, drenaje efectivo y medidas anti-aves para reducir su recurrencia. Los riesgos estructurales y eléctricos exigen control de calidad en los módulos y estándares de instalación, siendo fundamental eliminar concentraciones de esfuerzo y defectos de soldadura durante la construcción.

En operación, la combinación de inspecciones termográficas diarias con pruebas profundas anuales mantiene la monitorización constante.

5. ¿Cómo prevenir sistemáticamente los puntos calientes en sistemas fotovoltaicos?

1. Prevención de puntos calientes mediante la estructura del módulo

La estructura del módulo determina si una sombra provocará puntos calientes. Los módulos con diseño segmentado, múltiples barras colectoras (multi-busbar) o contacto trasero completo (IBC) pueden dispersar eficazmente las descompensaciones locales de corriente, reduciendo el riesgo de puntos calientes.

  • La segmentación en tres partes permite subdividir aún más las áreas eléctricas, limitando el impacto del sombreado a zonas más pequeñas.
  • Las múltiples barras colectoras proporcionan más caminos para el flujo de corriente, evitando su concentración.
  • La estructura de media célula reduce la densidad de corriente en cada rama al distribuirla en paralelo.
  • Los módulos IBC con contacto trasero completo, gracias a sus caminos eléctricos muy cortos y la ausencia de sombreado frontal, ofrecen la mayor resistencia actual al sombreado.

Los módulos bifaciales de vidrio doble no cuentan con protección eléctrica contra puntos calientes, pero en ambientes con alta reflectancia, la generación en la parte trasera puede compensar parcialmente las pérdidas de potencia causadas por el sombreado frontal.

2. Reducción del riesgo de puntos calientes mediante instalación y disposición

La instalación y disposición son etapas clave para prevenir puntos calientes. Las sombras provienen principalmente de la estructura del techo, el entorno circundante y la acumulación de contaminantes durante la operación. Mediante un diseño adecuado de la disposición y protecciones en el sitio, se puede reducir efectivamente la probabilidad de aparición de puntos calientes.

Durante la instalación, los riesgos de puntos calientes surgen principalmente por sombras y contaminación. Los obstáculos comunes incluyen cumbreras, aleros, conductos de ventilación, chimeneas, edificios cercanos o árboles. Las sombras varían dinámicamente según la estación, el ángulo solar y la vegetación. El arreglo de los módulos debe evitar estas áreas de alto riesgo, especialmente sombras en cumbreras, salientes y canaletas. Se recomienda mantener una distancia de seguridad de 30–50 cm respecto a elementos con diferente altura para asegurar una iluminación uniforme dentro del string y evitar descompensaciones de corriente por sombreado local. En techos con sombras fijas, se debe optimizar el diseño ajustando la disposición o eliminando zonas sombreadas.

Durante la operación, no se debe ignorar el riesgo de puntos calientes por contaminación. La instalación de dispositivos anti-pájaros, protectores contra hojas y un buen drenaje, junto con la reducción de áreas húmedas, disminuye eficazmente la acumulación de contaminantes y el riesgo de puntos calientes. Los techos orientados al norte o con sombra deben inspeccionarse regularmente por crecimiento de musgo. En escenarios donde el sombreado es inevitable, se pueden usar inversores con múltiples MPPT, microinversores u optimizadores para mitigar las pérdidas de generación. Sin embargo, la optimización eléctrica solo mejora la salida, no elimina los puntos calientes.

Reducción del riesgo de puntos calientes mediante instalación y disposición

3. Control a largo plazo del riesgo mediante mecanismos de operación y mantenimiento

Según estadísticas de operación y mantenimiento de DNV e IEA, la limpieza periódica puede reducir aproximadamente en un 70% la incidencia de puntos calientes por contaminación, mitigando efectivamente el aumento local de temperatura y las pérdidas de generación causadas por hojas y excrementos en otoño e invierno.

No obstante, la contaminación es solo un factor desencadenante. Los puntos calientes son esencialmente un riesgo estructural impulsado conjuntamente por cambios ambientales, envejecimiento de los módulos, degradación de materiales y estrés eléctrico, presente a lo largo de todo el ciclo de vida del sistema fotovoltaico. Frente a optimizaciones estáticas en el diseño, el mecanismo de operación y mantenimiento asume la responsabilidad del manejo dinámico de estos riesgos a largo plazo.

En la operación real, los puntos calientes por contaminación y los de origen estructural o eléctrico muestran perfiles de riesgo completamente distintos:

  • Los primeros son impulsados por factores estacionales y ambientales, y requieren inspecciones frecuentes y limpiezas inmediatas para su eliminación continua;
  • Los segundos surgen de fatiga del material, desajustes eléctricos o defectos de fabricación, y necesitan inspecciones profundas periódicas e intervenciones tempranas para su control.

La falta de gestión efectiva hace que los puntos calientes evolucionen de anomalías térmicas locales a degradación del encapsulado, quemaduras en soldaduras y descompensaciones de corriente, conduciendo finalmente a la desconexión del string y una pérdida estructural sostenida del rendimiento del sistema.

Un mecanismo eficaz de operación y mantenimiento constituye el núcleo del ciclo cerrado de gestión del riesgo de puntos calientes. Su función va más allá de la simple limpieza de contaminantes o reparación de fallas: mediante termografía, inspección EL, análisis de curvas IV y otras técnicas multidimensionales, cuantifica constantemente los estados anómalos, detecta tendencias de evolución del riesgo y ajusta dinámicamente la frecuencia de inspección, las estrategias de diagnóstico y las rutas de respuesta, manteniendo la estabilidad térmica y la integridad eléctrica del sistema.

En los estándares actuales de gestión de activos fotovoltaicos, el riesgo de puntos calientes se reconoce como una variable estructural clave que afecta el rendimiento, acelera la degradación de módulos, aumenta costos de operación y reduce el valor del activo. La ausencia de gestión en circuito cerrado conduce a una propagación irreversible de este riesgo a lo largo de la curva de pérdida de rendimiento y aumento de costos.

El control de puntos calientes ya no es una estrategia aislada de mantenimiento, sino una capacidad fundamental dentro del marco de gestión de salud del sistema. Mediante la optimización estructural de módulos, la mejora en la disposición del sistema y la coordinación de un ciclo cerrado de mantenimiento, el riesgo de puntos calientes se transforma de un factor de fallo del sistema a una condición operativa monitorizada y controlada, requisito indispensable para garantizar ingresos estables y valor estructural sostenible a lo largo del ciclo de vida del sistema fotovoltaico.

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Referencias:

DNV. (2021). PV Module Reliability Scorecard 2021. DNV Energy Systems. https://www.dnv.com/services/pv-module-reliability-scorecard-2021-200178

PVEL. (2023). PV Module Reliability Scorecard 2023. PV Evolution Labs (PVEL). https://www.pvel.com/pv-module-reliability-scorecard/

NREL. (2022). Impact of Soiling on PV System Performance: Review and Analysis. National Renewable Energy Laboratory. https://www.nrel.gov/docs/fy22osti/82015.pdf

IEA PVPS Task 13. (2020). Soiling of Photovoltaic Panels: Literature Review, Measurement, and Modeling. International Energy Agency. https://iea-pvps.org/research-tasks/task-13/

TÜV Rheinland. (2021). Quality Monitor: Global PV Module Reliability Testing. TÜV Rheinland Group. https://www.tuv.com/media/corporate/products_1/renewables_1/solar/solar_quality_monitor.pdf

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